A mediados de los ochenta, las firmas japonesas competían entre si constantemente, y ante la fiebre de motos deportivas por parte de los usuarios, estos decidieron sacar al mercado motocicletas "réplicas" de las motos del mundial de 500. Yamaha fue la primera marca en sacar su preciosa RD 500 LC con 4 cilindros refrigerado por agua y 90 cv de potencia. Suzuki y Honda reaccionaron al poco tiempo fabricando sus RG500 Gamma y NS400R. En 1985 solo unos pocos privilegiados podían comprar estas motos y emular a Kenny Roberts con su Yamaha RD500LC, Barry Sheene con la Suzuki o Freddie Spencer con la Honda. Para colmo estas preciosidades nunca llegaron a nuestro país de manera oficial, pues los importadores no veían mercado para ellas, al margen de los cupos y aranceles elevados. Es cierto que existían importadores "paralelos" y gracias a ellos algunas unidades pudieron llegar a nuestro país.
Las tres motocicletas de este comprativo son motos clásicas y de colección con un valor al alza, superando en el mercado de ocasión los 10.000€ por modelo si se encuentran en estado original.
La gran duda, entre estas tres maravillas, surge cuando dudas entre la belleza, pasión y brutalidad de la Yamaha RD500LC, la sofisticación y prestaciones de la Suzuki RG500 Gamma o el equilibrio y finura de la Honda NS400R. Quizás estas dudas te lo resuelvan el artículo publicado por la revista Motociclismo número 918 de 1985 que puedes descargarte a continuación