Colungo, sábado 1 de octubre de 2022 Con un día espléndido comenzó puntual el primer encuentro de motos clásicas y antiguas -con más de 40 años- en Colungo (Sierra de Guara, Somontano de Barbastro) que ha organizado la asociación cultural O Portal d’a Cunarda. Poco después de las 9 de la mañana empezamos a oír el característico ruido celestial que nos honran algunas de estas memorables motos antiguas, acompañado a veces de alguna emisión de humo que delata quizás una mezcla demasiado generosa en aceite.
Con las 27 preinscripciones recibidas, una vez las inscripciones rellenadas, el pago formalizado de los 25€, la entrega de las tarjetas acreditativas y los vales de consumiciones repartidos, los participantes se acercaron a la plaza mayor dónde el equipo de voluntarios del pueblo ya tenía preparadas las mesas y disfrutaron con un copioso almuerzo compuesto de longaniza de Graus, beicon, huevos fritos y torta. Saciados, dejamos tiempo para que se establezcan esos momentos mágicos que crean vínculos entre los participantes. Tiempo para conocerse, para charlar, también para lucir modelito de moto, para comentar anécdotas únicas e irrepetibles.
A las 11:00h comenzaron los motores a ponerse en marcha, destacando los ruidosos dos tiempos por encima de los graves de las cuatro tiempos. El recorrido turístico propuesto transitaba a lo largo de unos 100 km entre el alto Somontano de Barbastro y el bajo Sobrarbe. La carretera, estrecha, sinuosa y de vistas espectaculares agradó a todos. ¡Algunos recordaran también el “sufrimiento” causado por los baches y remaches en algún tramo de la ruta! También alguna bajada pronunciada puso a prueba los frenos de tambor que equipan estas viejas leyendas. Llegados a mitad del recorrido, el ayuntamiento de Abizanda colaboró con la organización, y nos ofreció un refrigerio que disfrutamos mientras los motores tomaban un respiro. Tras el descanso, retomamos la ruta por el Alto del Pino y el regreso a Colungo. Salvo algún incidente menor, todos llegamos sanos y salvos.
A las 14:00h, instalados nuevamente en la plaza mayor de Colungo, nos sirvieron una generosa comida con ensalada verde, macarrones, carne guisada, macedonia y torta. Fernando Abadías, alcalde de Colungo-Asque nos dio la bienvenida al pueblo y nos acogió con los brazos abiertos. Seguidamente se sortearon unos lotes de productos ofrecidos por empresas y bodegas que quisieron colaborar con el evento. Fue de agradecer que toco algún lote para todos los pilotos participantes. Luego tuvo lugar el esperado sorteo, abierto a todo el mundo, de un inmenso jamón. Se lo llevó una voluntaria de la organización, y ya dijo que se comprometía a que lo disfrutemos todos juntos para las fiestas que están al caer. A continuación, y tras deliberar el jurado formado por José Antonio Torres, Javier Abadía (Peña Motociclista Oscence), Fernando Lleida y Santiago Torres (Monzón Classic Club), se concedieron los tres trofeos del MOTORETROGUARA 2022 que eran unos platos únicos realizados a mano por el taller de alfarería de Naval.
▪ El trofeo a la moto más antigua fue para Lorenzo Bardají con su BMW R 25/3 del año 1955
▪ El trofeo a la moto mejor restaurada fue para Jesús Pola por su Bultaco 200 del año 1964
▪ El trofeo al equipo moto/motero/acompañante mejor equipados-ataviados de época recayó a José María Font con su Norton Commando 850 MK3 del año 1975.
Terminamos la jornada haciendo una buena sobremesa, con animación musical. Ya una vez concluidos los actos del MOTORETROGUARA, tuvimos la visita de los moteros que realizaban la Gastrorider del evento MOTASTRO, cuya última parada de su ruta se hizo coincidir para que, dejando sus motos potentes y modernas en la carretera, se acercasen a pie hasta la plaza para tomar un postre y disfrutar igualmente de las viejas leyendas que allí estaban expuestas. Fue una jornada en la que prevaleció el espíritu de fraternización entre moteros, en la que la organización vela por el tamaño del evento para que sea manejable, personalizado y que los participantes se sientan en familia, y en la que la hay que destacar la gran colaboración de los voluntarios del pueblo que se volcaron para que los participantes estén a gusto y bien atendidos.
¡Hasta pronto, MOTORETROGUARA!