Marcas y modelos
Después del éxito que tuvo la Montesa Enduro 75 L, y con la evolución de la competencia y las nuevas tendencias de finales de los años 70 y principios de los 80, Montesa no se podía quedar atrás y debía dar al usuario del carné A1 con sus 16 años recién cumplidos una moto de 75cc con estética moderna, vanguardista, largas suspensiones y motor puesto al día. En el año 1979 Montesa sacó al mercado sus nuevos modelos de Enduro en 75cc y 125cc denominados H6. Estos modelos estaban inspirados en sus hermanas mayores la 250cc y la 360cc
La nueva Enduro 75/125 H6 fue todo un acierto y triunfó en el marcado nacional. A pesar de que la base del motor era el mismo que la Enduro L, el resto era nuevo. La estética más moderna, y lo más importante una mayor efectividad en el ámbito del todo terreno. El motor a pesar de que parecía el mismo tenía un cilindro con una nueva distribución, el escape ya no era por debajo del motor, ya incorporaba un escape moderno de tipo bufanda siguiendo las tendencias actuales, y mejorando la respuesta del motor, gracias también a la nueva caja de filtro más voluminosa. La carburación se confiaba a un Bing de 26 mm y 28mm en la 125cc, y el encendido era electrónico Motoplat. Seguía disponiendo de 6 marchas como su antecesora.
El nuevo bastidor de doble cuna en tubos de acero de mayor diámetro que en la Enduro L y pintado en color rojo. En el apartado de las suspensiones encontramos una horquilla Betor/Montesa con mayor recorrido y unos amortiguadores traseros Telesco Hydrobag. Las llantas pasaban a ser de medidas estándar de enduro, 21” la delantera y 18” la trasera, equipando neumáticos Pirelli, 2,75 x 21 y 3,50 x 18 (de 17” en la 125 cc. La carrocería era lo que llamaba más la atención de la moto, con un depósito tipo jumbo heredado de las Cappra VF, con capacidad de 9,1 litros, y un asiento muy similar al de las 360, desmontable con los conocidos tirantes elásticos que facilitaban mucho la accesibilidad mecánica. La placa porta faro era idéntica a la de la 360 H6 y los guardabarros estaban bien diseñados, protegiendo más al piloto del barro. Las placas porta números laterales aumentaban de tamaño para acoger los consiguientes dorsales, dando la del lado izquierdo un acceso rápido al filtro de aire, mientras que los frenos continuaban siendo los clásicos tambores Montesa de 110 mm., aunque en posteriores versiones aumentarían de tamaño para una mayor eficacia.
Entres las versiones de 75 y 125 las diferencias eran mínimas, reconociéndose a la vista tan solo por el adhesivo que distinguía la cilindrada y por el diámetro de la rueda trasera, que en la 125 era de 17". A raíz del éxito de la H6, la competencia no tardó en responder, Rieju sacó al mercado su magnífica Marathon 75 con motor Minarelli y más potencia que la Montesa. Derbi reaccionó también con su C6 evolucionándola hasta el modelo TT8, y Puch también evolucionó su Puch Cobra 75 hasta la impresionante Puch Cobra M82 refrigerada por agua, que ya competía con la evolución de la H6 que fue la Montesa Enduro 80 H7 de mediados de los ochenta con ligeras modificaciones con respecto a la H6. La 80H7 fue el último modelo de 75cc fabricado en las instalaciones de Esplugues de Montesa, destacaba por su depósito de combustible blanco y asiento azul. Posteriormente Montesa pasó a manos de Honda y ya se centraron exclusivamente en las Montesas de trial.
A continuación puedes descargar y leer el artículo publicado en la revista Solo Moto nº 219 de 1979 y Motociclismo nº 637.