En 1988 Suzuki decide atacar el segmento liderado por la exitosa Honda CBR 600F nacida en 1987. Era una apuesta difícil puesto que Honda había logrado encontrar el equilibrio entre deportividad y polivalencia para uso diario. La nueva Suzuki no tenía nada que ver con su predecesora la GSX 550 ES con motor refrigerado por aire. La nueva GSX 600 F era un proyecto que partía de “0” y tomaba como base el motor SACS (refrigeración aire & aceite) de 750cc pero reducido a 599cc entregando una potencia máxima de 86CV a 11.000 rpm., lo que no estaba mal para su época, pero lo mejor de su motor era su elasticidad y par motor.
Al igual que la CBR destacaba por su carrocería integral “denominada aero” y sus llantas de 17”. Finalmente la Suzuki no destacó como gran deportiva en comparación con la CBR, pero si era más cómoda y más accesible en precio para la mayoría de usuarios, por lo que tuvo buena aceptación en el mercado. Hoy en día es fácil encontrar unidades de segunda mano gracias a la fiabilidad de su motor a precios muy accesibles.
A continuación puedes leer el reportaje publicado en la revista Motociclismo nº 1057 de 1988.