Una de las motos más exitosas en el catálogo de Yamaha ha sido la XT 600 E, modelo trail que ha destacado por su polivalencia, fiabilidad y mínimo coste de mantenimiento. La primera versión de la XT 600 E destacaba por su arranque eléctrico que no disponía su predecesora la XT 600. La primera XT 600 (heredera de la XT 500) nació en 1984 aunque en España llegó más tarde y tuvo gran aceptación en nuestro mercado gracias a sus aptitudes Off-Road dentro del segmento trail. En 1990 cuando salió al mercado la versión “E” ofrecía una mayor facilidad de conducción a sus usuarios, no solo por la incorporación del arranque eléctrico, sino por su menor altura con respecto a su antecesora. Los purístas criticaron este modelo, porque decían que Yamaha redujo los costes de fabricación al incorporar suspensiones más simples, llantas de acero en lugar de las anteriores de aluminio, eliminación del tacómetro, etc. En la práctica la conducción por carretera era superior, y aunque la base del motor era la misma se le hicieron unos pequeños retoques en la culata ensanchando los conductos de admisión y escape, en el cilindro un pistón más ligero, lo que todo ello permitía al motor monocilíndrico refrigerado por aire y 4 válvulas ofrecer una potencia de 45CV.
A lo largo de los años (hasta el 2003) se han ido realizando una serie de “restylings” a este modelo hasta que las normativas de contaminación decidieran que este veterano motor ya no pudiera cumplir las normativas euro, dando paso a la nueva generación del motor Yamaha 660 refrigerado por agua.
A continuación puedes descargar y leer la prueba publicada en la revista Solo Moto nº 728 de 1990.