La Suzuki GSF 400 Bandit nace para el mercado japonés a finales de los años 80, pero dada la fiebre de motos japonesas en Europa especialmente en España, se decide importar gracias a sus virtudes y su competitivo precio a principios de los 90. La pequeña "Sussie" es una naked de cuatro cilindros, refrigerada por agua y 16 válvulas con una potencia inicial de 59 cv a 12.000 rpm y con línea roja o corte de encendido a 14.000 rpm, y una velocidad punta de 185 km/h reales, lo que demuestra el potencial de este pequeño y rabioso motor. Nada mal para su época. Entre 1993 y 1994, Suzuki baja la potencia de 59cv a 54cv, imagino por razones medio ambientales. El peso era de unos 185 kgs, no es especialmente lígera pero su chasis multitubular de acero pesaba más que los nuevos chasis de aluminio de las nuevas "R". No obstante la intención de Suzuki era sacar al mercado una moto polivalente y relativamente económica para aquellos usuarios que daban el salto a una moto "grande". En España fue un exito de ventas, claramente mejor que la Kawasaki Gpz 400 (ya desfasada), no solo en estética, sino en diametro de ruedas modernas de 17" (neumático trasero con una anchura de 150), suspensiones y chasis. Su competencia directa sería la Honda CB-1 con un motor muy similar pero más pequeña de tamaño que nuestra Bandit. La GSF 400 Bandit hoy ya se puede considerar como una moto clásica por disponer ya de 30 años las primeras versiones. Se estuvo comercializando hasta mediados de los años 90, y todavía a fecha de hoy pueden verse unidades en nuestras carreteras gracias a su calidad de fabricación y fiabilidad.
A continuación puedes descargar y leer el reportaje de esta pequeña Bandit 400, publicado por Augusto Moreno de Carlos en la revista Motociclismo nº 1216 de 1991.