A principios de los años 80 los españoles con 16 años que disponíamos del carné A1 nos teníamos que conformar con las soñadas motos de 75cc. Teníamos pocas opciones salvo recurrir a la industria nacional como fabricantes como Montesa, Bultaco, Puch, Derbi y Rieju. La mayoría de marcas españolas estaba sufriendo su declive por tener modelos poco actualizados con respecto a las novedades del resto de Europa.
La primera japonesa en llegar al mercado español fue la fabulosa y exitosa moto de carretera Honda Hurricane 75 en 1983. Acto seguido y ese mismo año, Yamaha que estaba representada por SEMSA en España, lanzó al mercado la Yamaha DT 80, uno de los grandes sueños del mercado español.
La moto provenía de Japón pero se ensamblaba en España para abaratar costes debido a sus altos aranceles. Si venía importada en régimen SKD por módulos, pagaba muchos menos aranceles.
La Yamaha DT 80 era la primera moto 100% trail de 75cc (exactamente 73cc) que permitía a sus noveles usuarios adentrarse en el mundo off road pero también realizar kilómetros por carretera a ritmos solventes gracias a la fiabilidad de su motor. Su motor de 2 tiempos refrigerado por aire rozaba los casi 10cv de potencia, y aunque no era muy potente, era muy elástico, fino y muy fácil de pilotar, gracias en parte a su sistema Y.E.I.S, obteniendo una mayor eficacia en la admisión en todo el rango de velocidades, suavizando la entrada de mezcla y combustible obteniendo una mejor combustión y menor consumo de combustible.
La Yamaha DT 80 era una moto hermosa gracias a sus líneas modernas y elegante diseño ofreciendo una polivalencia por encima de sus competidoras. Destacaba su engrase de mezcla separado (en la mayoría de motos españolas había que hacer la mezcla de gasolina y aceite directamente en el depósito por el usuario), admisión por láminas, mono amortiguador trasero cantiléver, su portabultos, completo cuadro de instrumentos, intermitentes, y aunque no disponía de arranque eléctrico, era muy fácil su puesta en marcha a patada.
Es un modelo que no puede ser catalogado como una moto de Enduro como podría ser una Puch Cobra M82 o Rieju Marathon, estas estaban muy por encima en aptitudes Off Road, pero la DT 80 era una moto para todo, silenciosa, que permitía ir diariamente al instituto, salir el fin de semana por carretera o escapadas camperas sin despeinarse.
Hoy todavía se pueden encontrar unidades en el mercado de ocasión, se fabricaron en color blanco y en negro. No se puede catalogar como moto clásica pero si es una gran moto para nostálgicos que pudieron disfrutar de su libertad y aprender a ir en moto, gracias a esta fantástica DT80.
A continuación puedes descargar y leer el reportaje en la revista número 824 de 1983