La Yamaha RD 500 fue presentada al mercado en 1984, haciendo nuestros sueños realidad y construyendo una moto casi de competición. La moto estaba inspirada en la YZR500 de fábrica que pilotó Kenny Roberts durante la temporada de 1983 y se trataba de la moto mas parecida a una moto de GP con luces. Contaba con un carenado integral, motor 2T V4 refrigerado por agua con admisión por láminas y válvulas de escape, seis marchas con una potencia máxima de 88 CV a 9.500 r.p.m, y una velocidad máxima al orden de los 230 km/h, chasis perimetral de sección cuadrada, sistema anti-dive, rueda delantera de 16 pulgadas, con un peso de 178 kgs en vacío y una distancia de 1.380 cm entre ejes. La Yamaha RD 500 representa un verdadero icono de mediados de los 80.

El bastidor de sección rectangular en acero está claramente inspirado en el bastidor Yamaha de Gran Premio y con cierto parecido al concepto de las Kobas en "U" de 1983. La suspensión trasera también viene en teoría de la moto de Gran Premio, un sistema progresivo con amortiguador montado debajo del motor. 

La RD 500 LC demostró sus habilidades en circuito con la victoria, frente a otras máquinas de cuatro cilindros, en las prestigiosas Seis Horas de Castrol en Australia. No obstante, pese a toda la histeria previa a su lanzamiento, no tuvo tanto éxito en los concesionarios debido a inconvenientes como un precio elevado, autonomía escasa, vibraciones y unos acabados mediocres. Quizá el verdadero problema radicaba en que la RD 500 se parecía demasiado a una moto de carreras.

A continuación puedes leer la prueba de Dennis Noyes publicada en el Solo Moto 30 nº 18 de 1984 y en la revista Motociclismo nº 867 de 1984

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