Dentro de la familia de las Bultaco, los modelos Metralla, eran motocicletas de carretera de grandes prestaciones y espíritu deportivo. Fue una de las sagas más carismáticas de Bultaco que se mantuvo en producción desde 1962 hasta 1979. La primera en aparecer fue la Metralla 62, con motor 2 tiempos, 200cc y cuatro marchas, que unos años más tarde, en 1967, evolucionaría a la denominada Metralla MK2, de 250cc, una de las motos que mayor renombre internacional dieron a Bultaco, gracias a los magníficos resultados obtenidos en las competiciones de motocicletas derivadas de las de serie, destacando las dos primeras plazas del Tourist Trophy de 1967. Además era considerada como la motocicleta de serie más rápida del mundo.
Las últimas versiones de las Metralla, primero denominadas GT y posteriormente GTS, eran motos con un carácter más polivalente y confortable que habían perdido el carácter deportivo de sus antecesoras, como es el caso de la unidad que ocupa este reportaje. Su competencia más directa eran las Montesa Impala y las Ossa 250. La GTS corresponde a uno de los primeros modelos de 1977, con el característico color amarillo y frenos de tambor, que más adelante pasaron a ser de disco con llantas de aleación. Las últimas GTS fueron además el único modelo de la historia de Bultaco comercializado en diferentes colores.
La marca realizó un último intento de recuperar el prestigio de esta moto trabajando en una versión de 370cc, pero nunca llegó a fabricarse en serie.
A continuación puedes leer el artículo publicado en la revista Solo Moto nº 92 de 1977