A principios de los años 70, Montesa lanzó un modelo nuevo con el fin de que fuera polivalente para la mayoría de usuarios. En aquel entonces no existía el concepto trail y aunque la King Scorpion 250 está más pensada para uso por carretera se podría decir que fue la primera trail de Montesa.
A pesar de que se fabricaron pocas unidades, y que la mayoría se fue al mercado estadounidense, destacaba por el esfuerzo realizado por Montesa y su calidad de acabados y equipamiento. Montesa se inspiró en algunos modelos japoneses, y la novedad más destacada era el sistema “Automix”, el engrase de motor (2 tiempos) por engrase separado que permitía olvidarse de realizar la famosa mezcla del aceite en el depósito de combustible.
El sistema Automix disponía de un depósito de aceite debajo del asiento de la moto en el lado derecho con un visor para poder controlar su nivel y una bomba de dosificación con caudal automáticamente sincronizado con el mando del gas y revoluciones del motor.
El motor de nuevo diseño VR (Vehkonen Replica) inspirado en las motos de Cross de 246,3cc otorgaba una potencia de 24 caballos, disponía de encendido electrónico Motoplat y batería para poder atender las necesidades del completo sistema eléctrico.
La moto permitía a su piloto alcanzar una velocidad punta de casi 130 km/h, que no estaba nada mal para su época. Debido a las pocas unidades existentes, es una moto preciada y buscada por los coleccionistas de Montesas.
A continuación puedes leer el artículo que se publicó en su día en la revista Motociclismo de diciembre de 1973.