A finales de los años 70 y principios de los 80, cuando la industria japonesa era la referente en motocicletas de elevadas prestaciones, y los 4 grandes fabricantes japoneses competían para sacar al mercado la moto más veloz, había un aspecto importante que preocupaba a la mayoría de usuarios deportivos. La estabilidad, peso, agarre y frenos de las motos japonesas no estaba a la altura de sus motores. Italia siempre había sido un referente mundial en lo que respecta a chasis y preparaciones para circuito. Fue por ello que la fábrica Bimota de Rimini empezó en 1974 como el hobby de Massimo Tamburini y Giuseppe Morri para solucionar los problemas de peso y estabilidad de las motos japonesas y satisfacer a los usuarios más deportivos, eso sí a costa de un precio de “oro”.
Bimota nunca llegó a elaborar sus propios motores, y prueba de ello es que compraban los mejores motores del mercado y elaboraban sus propias motocicletas, colocando estos motores en unos bastidores derivados de la tecnología nacida de la competición del momento. Una Bimota era una moto de “carreras cliente”. Bimota lanzó varias versiones, y aunque se la identificaba con motores Ducati, trabajó con diferentes motores y fabricantes incluso con Harley Davidson. Las versiones más potentes eran las japonesas. En este artículo trataremos la versión SB 4. La “S” proviene de Suzuki. La SB4 que se presentó en el Salón de Boloña en 1982 de la que se fabricaron 272 unidades hasta 1984, equipa el motor de la Suzuki GSX 1100E o Katana 1100 de 112cv.
La pionera de las SB fue la SB1 de la que solo se fabricaron 50 unidades entre 1975 y 1977, con el motor bicilíndrico 2 tiempos de la TR 500 exclusivamente para competición. La moto que hizo famosa a Bimota fue la SB2 con el motor de la Suzuki GS750 producida entre 1977 y 1980. Se fabricaron 170 unidades en total. Entre 1980 y 1983 se produjeron 402 unidades de SB3 que propulsaba el motor de la Suzuki GS1000 y destacaba por su ligero chasis multitubular de acero al cromo-molibdeno que permitía un rápido acceso al motor. Era espectacular el adelgazamiento de peso que sufrían todas las versiones Bimota versus a los modelos japoneses.
Finalmente la SB4 fue la última obra maestra del genio Tamburini ya que el diseñador abandonó la fábrica en 1983.
A continuación puedes descargar y leer el artículo publicado por Dennis Noyes en la revista Solo Moto 30 nº 16 de 1984.