En nuestro país España acostumbrados a principios de los 80 a motocicletas de carretera 2 tiempos refrigerados por aire y prácticamente sin tecnología, fue una revolución cuando a partir de mediados de los años ochenta empezaron a llegar las pequeñas deportivas italianas dos tiempos de altas prestaciones y tecnología.
Gilera una marca italiana fundada en Milán en 1909 destaca desde sus inicios por una apuesta clara por la competición con numerosas victorias a nivel mundial logrando el título de la máxima categoría y consiguiendo en total nada menos 7 campeonatos del mundo, hasta su retirada en 1957
En 1969 Gilera forma parte del grupo Piaggio, y se centra en motos de baja y media cilindrada destacando sobre todo en los años 80 y principios de los 90 en una gran gama de motos deportivas de carretera de 125 y 2T con motores monocilíndricos refrigerados por agua y rondando los 30cv de potencia.
Desde la primera RV 125 hasta la futurista CX, pasando por las deportivas y potentes SP-01, SP-02 o Crono.
Ejemplo de este esfuerzo por lograr la excelencia en este segmento, es que desde su inicio en 1984 hasta 1993, donde acaba su evolución, existen nada menos que 10 modelos distintos, entre la que destacamos la preciosa SP01 de 1990 de este reportaje siendo esta la sucesora de la MXR 125
Lo primero que nos llama la atención es el fascinante diseño de esta pequeña joya. Luce calidad y tecnología por lo que parece más una moto de carreras que de calle. Teniendo en cuenta la fuerte competencia en el segmento 125cc con marcas como Honda, Yamaha, Cagiva, Aprilia, etc. Gilera no quiere quedarse atrás y lanza al mercado la SP01 una motocicleta ultra deportiva pensada para divertirse en circuito con la última tecnología del mercado.
Con respecto a la MXR 125 las suspensiones y frenos incluyen algunas mejoras, como la regulación de precarga en ambos ejes o un enorme disco delantero de 300mm y pinza de cuatro pistones Grimeca. Las llantas son de 16 pulgadas la delantera y de 17” la trasera, con neumáticos 100/90 delante y 130/70 detrás.
El motor toma la base del empleado por la KK, con novedades como la nueva válvula de escape APTS 2, un nuevo escape y una caja de cambios revisada. La potencia y velocidad punta supera a la de su antecesora ofreciendo ahora 31,5 cv (27,5 a la rueda) a casi 10.000 rpm superando los 170 km/h. Su fiabilidad quedaría contrastada con las mencionados records de velocidad y resistencia en parte gracias a su ligereza de solo 116 kgs en vacío.
Hoy en día es difícil encontrar unidades en nuestro mercado, por lo que si encuentras una unidad original no dudes en hacerte con ella puesto que será si es que no lo es ya una preciada moto clásica.
A continuación puedes descargar y leer la prueba publicada en la revista Motociclismo número 1146 de 1990