Marcas y modelos
En la década de los ochenta los cuatro fabricantes de motocicletas japonesas estaban sumidos en un duelo constante para ver quien fabricaba la mejor y más veloz motocicleta.
Es cierto que, aunque Kawasaki” Heavy Industries” era un monstruo empresarial, sobre todo en la fabricación de barcos, su negocio de motocicletas era una parte minúscula de sus actividades empresariales. De hecho, hablando de motos turbo, Kawasaki fue la última de los cuatro en sacar en producción en serie su motocicleta al mercado. Es por ello que pudo corregir varios errores de sus competidoras. Nació la Kawasaki Gpz 750 Turbo con la misma estética que sus hermanas Gpz 750 y Gpz 1100 pero con ciertas mejoras además de llevar un carenado completo hasta la quilla que disimulaba la visión del turbo en los colectores del escape. Detalle curioso es que ya empleaba inyección electrónica. Para empezar, se modificó el bastidor de la 750 standard y se hizo más robusto para soportar el aumento de más de 30cv, pasando ahora a 112cv siendo una buena cifra de potencia para una motocicleta de calle en 1983.
Gracias a que el turbo estaba situado bastante al inicio de los 4 colectores se mitigaba bastante el efecto lag de sus competidoras con una respuesta instantánea y contundente a partir de las 4.000 rpm. Esta Gpz 750 turbo era veloz, incluso más que su hermana mayor la Gpz 1100, pero sobre todo más ligera y con una estabilidad que sorprendió gratamente a los periodistas de la época, a pesar de sus llantas de 18 pulgadas, y teniendo en cuenta los problemas de estabilidad de sus competidoras.
Quizás la Kawasaki Gpz 750 no era la más bonita de las “turbo” pero si la más equilibrada y probablemente la mejor motocicleta turbo de la historia, por lo que es una gran moto clásica para coleccionar en parte por ser una “rara avis”.
A continuación, puedes descargar y leer los reportajes publicados en las revistas Motociclismo número 803 de 1983 y Solo Moto número 2.074.