Muchos de nosotros, los que nacimos a finales de los 60, vivimos la época dorada de las motos españolas de 75cc. En mi caso era a principios de los años 80 cuando aún sin tener el carné A1 ya llevaba una Montesa Endurito 75L trucada a 125 con cilindro de Cappra, culata rebajada, carburador Bing de 28 en lugar de 26 y un escape bufanda artesanal , entre otras cosas. La Enduro en cuestión la heredé de mi hermano mayor que dio el salto a una espectacular Sanglas Yamaha 400.
Aún en mi poder la ex moto de mi hermano que conducía ilegalmente, mi mayor ilusión era cumplir los 16 años para poder sacarme el tan ansiado carné A1 y poder conducir legalmente mi Endurito. El mismo día que cumplí los 16 años ya me examiné del carné teórico y si no me equivoco al día siguiente ya estaba realizando el examen práctico en un circuito cerrado con una Vespa Primavera. Acto seguido ya estaba aprobado y disponía de un provisional para poder circular. El tan ansiado carné, mis 16 años recién cumplidos y mi moto de 75cc (teóricos) me otorgaron la tan deseada libertad, que me permitía desplazarme con mis amigos de un sitio a otro, ir de discotecas e intentar ligar con mi querida moto. La moto no solo me permitía escapadas de un pueblo a otro, sino también me permitía aventurarme por el monte, ir a los circuitos de Cross y divertirme de lo lindo con mis amigos y sus monturas de 75cc.
Mis amigos y yo creo que fuimos unos privilegiados en disfrutar de la última generación de motos de 75cc españolas, entre ellas, la Montesa Enduro 75H6, la Rieju Marathon 75 con su puntiagudo motor Minarelli, la Puch Cobra M82, Derbi TT8, etc. Al poco tiempo ya en 1983, los japoneses entraron en nuestro mercado e invadieron el mercado con sus Yamaha DT 80, Honda Hurricane 75, y aunque estas motos eran mucho más modernas, revolucionarias y fiables, ya perdían el encanto de nuestras motos españolas que tanto disfrutábamos arreglando, preparando y modificando para ganar algún caballo más. Todavía recuerdo el olor del aceite 2 tiempos Sopral quemado. Esta época dorada se perdió y ahora algunos coleccionistas pueden revivir parte de su pasado con estas grandísimas motos. Me considero un privilegiado por haber vivido esta época tan carismática de los 75cc.
En este artículo me he permitido presentaros un artículo de la revista Solo Moto nº 231 de 1981 en el que se compara las motos de Enduro españolas de 75cc, muchas de ellas de las que mi generación soñó y tenía posters de sus moto preferida colgados en su cuarto, esperando poder disfrutar un día de tan ansiada moto. Confío disfrutéis del artículo como lo he hecho yo y que por unos momentos volvamos a principios de los años ochenta. Ráfagas…