No sé si es el paso de los años que me voy volviendo nostálgico, o es que el mundo evoluciona demasiado rápido, y no nos da tiempo a saborear los placeres del momento que nos depara la vida. La sociedad en general ha evolucionado a pasos agigantados estos últimos 30 años. Hoy es impensable vivir sin un “smartphone” o tablet, o tener un coche sin ABS, airbag o un simple navegador que nos ayude a llegar a destino.
En el caso de las motocicletas del siglo XXI cada vez se apuesta más por la seguridad y facilidad de uso. La tecnología cada vez está más presente en nuestros medios. A día de hoy, a punto de finalizar el año 2016, los fabricantes de motocicletas ya han lanzado sus nuevos modelos 2017 cumpliendo las normativas Euro 4 en la que es obligatorio el ABS (modelos de 250cc o superiores) y CBS o ABS en la gama inferior, además de cumplir los requisitos que marca la Unión Europea en lo que a emisiones contaminantes se refiere. A pesar de que los automóviles que ya cumplen la normativa Euro 6 tienen más tecnología que las motocicletas, los fabricantes de motos no quieren dormirse en los laureles y ya están aplicando parte de la tecnología de los coches a las motos. No es extraño hoy en día hablar de motos con ABS, control de tracción, control de estabilidad, mapas de potencia, etc. Esto nos permite “pilotar” motos de 200 caballos sin temor a accidentarnos por su excesiva potencia.
No obstante esto también tiene su lado negativo, donde las motos pierden su personalidad y carácter con respecto a las de hace unas décadas. Sin duda las motos de hoy en día son mejores, ¿pero nos siguen enamorando como antes?
Desde mi punto de vista no. No solo eso, si nos fijamos en los artículos de prensa de los años ochenta, podíamos leer y sentir las vibraciones que nos transmitían los periodistas y probadores de aquellas maravillosas motos. Quisiera compartir con vosotros un reportaje de Dennis Noyes publicado en la revista Solo Moto 30 nº 20 de mediados de los años ochenta donde se comparan la Yamaha FJ 1100, BMW K100RS y Suzuki Katana 1100. Estamos hablando de tres joyas que revolucionaron los años 80, donde el artículo refleja la pasión del periodista por esas motos llenas de sensaciones en sus comportamientos, aceleración, velocidad, “shimmies inesperados”, perdidas de capacidad de frenada en conducción deportiva intensiva, y mucho más.
Hoy en día las motos son tan perfectas que la prensa ya no puede transmitirnos esas sensaciones y experiencias de hace tres décadas. Que lástima…
A continuación podéis descargar y leer el artículo comentado anteriormente. Confío lo disfrutéis como hemos hecho nosotros. Ráfagas y larga vida a las “eighties” …