Marcas y modelos
La llegada al mercado de la Honda VF 750 F en 1983, fue una auténtica revolución, no solo por su impactante diseño futurística sino por todas las aportaciones tecnológicas que aportaba este nuevo modelo basado en su experiencia en el mundo de la competición. Recuerdo que cuando salió al mercado yo tenía 16 años y me quedé fascinado y enamorado al ver la primera unidad expuesta en un concesionario. Parecía una moto del futuro. Amor a primera vista.
Antes de su lanzamiento, después de muchos años comercializando las “Four” de 750 con cilindros en línea y refrigerados por aire, Honda decide cambiar su estrategia de marketing. La Honda VF750F era el inicio de una nueva tendencia motociclista en la década de los años 80. La nueva generación de “VF” de Honda fue una gran apuesta e inversión por parte del departamento de marketing y de I+D de la marca del ala dorada. Este V4 de 750cc nació un par de años antes con los modelos Sabre y Magna para el mercado americano, pero con transmisión por cardán y potencia inferior. Volviendo a la VF 750 F, en la realidad lo que tenía que ser una moto perfecta con un elevado desarrollo tecnológico, acabó siendo un éxito a medias con algunos problemas técnicos entre ellos el desgaste de los árboles de levas de sus culatas y problemas de las cadenas de distribución, lo que hizo que este modelo solo se comercializara durante dos años, hasta 1985. Destacar también el nervioso comportamiento de su rueda delantera de 16” y funcionamiento del dudoso antidive con tendencia a levantar la moto si se entraba en la curva ejerciendo el freno delantero. A pesar de su elevado peso, entorno a los 240 kilos, era una moto ágil y manejable. Prueba de ello es que en EE.UU el mismo modelo, denominado Interceptor compitió 14 veces en el AMA ganando ocho títulos, siendo la moto preferida de muchos pilotos. El equipo HRC de USA preparaba estos modelos y les sacaba una potencia entorno a los 120 cv y una reducción de peso considerable.
A pesar de sus defectos de juventud, la VF 750 F tenía grandes virtudes, a destacar su diseño avanzado a su época, chasis perimetral de sección rectangular basado en las motos de carreras, desmontable en su lado izquierdo para poder sacar el motor, calidad de acabados (entre ellos las preciosas llantas comstar), tablier atractivo, grifo de combustible integrado en el depósito estilo moto GP, llanta delantera de 16”, quilla y sofisticaciones técnicas, entre ellas su motor 4 cilindros en “V” refrigerado por agua y 16 válvulas que entregaba una potencia de 90cv y una velocidad punta entorno a los 225 km/h, embrague anti rebote, suspensiones regulables (la trasera Showa con sistema Pro-link mediante precarga y también válvula para el control de presión), reglaje de precarga e hidráulico de horquilla delantera firmada también por Showa con anti-dive (anti hundimiento), doble freno de disco delantero. En resumen una moto verdaderamente atractiva, con un conjunto muy compacto y equilibrado donde el estrecho motor en “V” permite conseguir una enorme compacidad y que sirvió de referente para muchos fabricantes.
Honda en 1984 quiso corregir el “fracaso” de sus VF 750 F volviendo a sus origenes y lanzando la CBX750F, una moto mucho más económica de producir y más barata para sus usuarios y que curiosamente llevaba taques hidraulicos por lo que sus usuarios se olvidaban del reglaje de válvulas. No obstante Honda no quiso abandonar su proyecto “V4”, y siguió desarrollando y puliendo su motor VF750, para lanzar en 1986, una moto completamente nueva y solventando sus problemas mecánicos, nació la VFR 750 F, pero eso ya es otra historia. Tienes la prueba y reportaje en esta misma web.
Creo que la Honda VF 750 F puede considerarse un hito dentro de las motos deportivas de los años ochenta, siendo la primera deportiva de verdad de Honda en la cilindrada de ¾ de litro. Hoy en día es dificil encontrar una unidad de estricta serie y en perfecto estado, por lo que si encuentras una, no lo dudes. Ya es una moto clásica con un valor a la alza y digna de colección.
A continuación puedes descargar y leer el reportaje publicado por la revista Motociclismo número 806 de 1983 y Solo Moto número 2.076