Marcas y modelos
Tras varios años estar los fabricantes japoneses desarrollando motores de cuatro cilindros en línea, Honda quiso innovar y diferenciarse del resto de fabricantes, sacando al mercado su motor V4 refrigerado por agua y con 16 válvulas.
Las primeras motos que vimos en Europa de esta nueva generación fueron las Honda VF 750 F, aunque en EEUU ya se habían lanzado las Sabre y Magna. Se trataba de una deportiva completamente innovadora con grandes dosis de tecnología. La espectacular Honda 750 causó asombro, aunque no se convirtió en una estrella en el mercado debido a su precio, a su carácter, demasiado tranquilo y que no ofrecía mejores prestaciones que las clásicas deportivas con los motores en línea, y a algunos problemas de fiabilidad, aunque en América, conocida como Interceptor, con un reglamento más abierto en las carreras se convirtió en la estrella del AMA con Spencer a sus mandos. A la Honda 750 F la siguieron modelos de mayor y de menor cilindrada con el mismo concepto. Por arriba se crearon las Honda VF 1000 F y posteriormente la Honda VF 1000 R antes del nacimiento de las VFR, pero por abajo también llegaron a Occidente las Honda VF 500 F, unas motos a medio camino entre las 400 del mercado japonés, y las versiones de mayor cilindrada que teníamos por aquí.
La primera VFR 750 F, nació en 1986, esta versión (RC24) aunque disponía también de un motor V4, no tenía nada que ver con el anterior V4 de la VF 750. Honda solucionó sus problemas de fiabilidad con la nueva VFR, su distribución ya no funcionaba mediante cadena, sino que se empleó el sistema de cascada de engranajes que no exigia mantenimiento. Este nuevo modelo adoptó muchas mejoras, no solo mecánicas sino también en la parte ciclo. La primera VFR se comercializó hasta el año 1989 con un restyling en 1988 adoptando llanta delantera de 17" en lugar de 16" y 5 CV más de potencia, pasando de los 100 CV originales a los 105CV.
En 1990 Honda demostró al mercado que podía seguir evolucionando su VFR 750 F con un modelo todavía superior al anterior. En esta nueva versión (RC36) volvió a los 100CV por exigencias del mercado europeo, pero con un motor más progresivo y más silencioso. Este nuevo modelo se inspiró en su hermana de competición, la RC30 pero otorgandole una faceta menos "R" y más polivalente para su nuevo usuario. Su gran novedad con respecto a la anterior VFR750, fue la incorporación de un basculante monobrazo con llanta trasera ancha que podía albergar un neumático de 170mm. El chasis de doble viga de aluminio tipo RC30 hace variar la geometria de la moto y el peso total de la moto se reducía alrededor de 25 kgs. La carrocería era completamente nueva y también adoptaba un escape 4 en 1. Este modelo fue el más popular de Honda junto con la CBR 600 y un gran exito de ventas. En 1994 sufrió un lifting (versión RC36II) sobre todo de carrocería inspirandose en la estética de la NR 750, pero el motor y parte ciclo eran básicamente el mismo que la versión del 90.
A continuación podrás descargar la prueba del modelo publicado en la revista Solo Moto nº 724 de 1990
Tras varios años estar los fabricantes japoneses desarrollando motores de cuatro cilindros en línea, Honda quiso innovar y diferenciarse del resto de fabricantes, sacando al mercado su motor V4 con refrigeración líqueda y 16 válvulas.
Las primeras motos que vimos en Europa de esta nueva generación fueron las Honda VF 750 F, aunque en EEUU ya se habían lanzado las Sabre y Magna. Se trataba de una deportiva completamente innovadora con grandes dosis de tecnología. La espectacular Honda 750 causó asombro, aunque no se convirtió en una estrella en el mercado debido a su precio, a su carácter, demasiado tranquilo y que no ofrecía mejores prestaciones que las clásicas deportivas con los motores en línea, y a algunos problemas de fiabilidad, aunque en América, conocida como Interceptor, con un reglamento más abierto en las carreras se convirtió en la estrella del AMA con Spencer a sus mandos. A la Honda 750 siguieron modelos de mayor y de menor cilindrada con el mismo concepto. Por arriba se crearon las Honda VF 1000 F y posteriormente la Honda VF 1000R antes del nacimiento de las VFR, pero por abajo también llegaron a Occidente las Honda VF 500 F, unas motos a medio camino entre las 400 del mercado japonés, y las versiones demayor cilindrada que teníamos por aquí.
Aunque a España, que estaba por entonces abriéndose a las marcas niponas, no llegó hasta 1985, la Honda VF 500 F se presentó en el salón de París de 1983 como modelo para la siguiente temporada. El año anterior laHonda VT 250 F había sido, con unas 52.000 unidades, la moto más vendida en Japón, y Honda quería repetir el éxito también en Europa con un modelo deportivo de buenas prestaciones y con el «caché» que suponía el motor V4 .Por ello construyó una moto dotada de un motor de altos vuelos que subía por encima de las 12.000 rpm y que disponía de unas buenas prestaciones, capaz de llegar a los míticos 200 km/h, aunque ya por entonces la cilindrada media había subido de 500 cc a 600 cc, y la llegada de la Kawasaki GPZ600R, poco después, supuso un nuevo nivel de prestaciones a las que la Honda no podía aspirar.
En cualquier caso, la mecánica de la Honda era espectacular, con su motor V4 a 90º refrigerado por agua, 16 válvulas y 70cv de potencia para sus escasos 499cc de cilindrada. No estaba mal para una moto deportiva de 1984. El chasis de tubos de acero cuadrados y algunas soluciones en la parte ciclo como el sistema anti-dive (anti hundimiento) de la suspensión delantera y la suspensión trasera progresiva, hacían de ella una moto moderna junto a sus espectaculares acabados y llantas comstar. Los neumáticos radiales estaban a punto de llegar, pero todavía estamos en la época de las llantas estrechas, aunque la presencia de una rueda de 16” delante, habitual en toda la saga V4 de Honda, hacía que las gomas de ambos trenes tuviesen una anchura muy parecida.
La Honda VF 500 se servía en dos versiones, porque la inicial, denominada F2 y dotada de un carenado integral, se complementó desde un comienzo con otra en la que la zona central se había eliminado, denominada simplemente F, y que en nuestro país era notablemente más barata. De 5.824 € (969.000 ptas), se reducía a 5.283 € (879.000 ptas). Ambas tenían una estética que era común a toda la serie, pero que en este modelo se acercaba más a la de la versión 1000 R, que era la estrella de toda la familia.
Lo cierto es que la vida de la Honda VF 500 F fue bastante corta, porque 1986 fue su último año de producción, con tan solo tres en el mercado. Las deportivas de cilindrada media se habían radicalizado, aumentado su potencia, y los 70 CV de la Honda ya no eran suficientes. Estaban naciendo las primeras 600 cc deportivas cuyas descendientes todavía campan en nuestro mercado, y Honda la sustituyó por una moto que hoy en día todavía es un icono la CBR600F. En cualquier caso, estas motos son probablemente las que mejor recuerdo acabaron dejando de toda la primera familia de V4 de Honda, unas motos sin problemas mecánicos y con un funcionamiento acorde con lo que se esperaba de ellas. Como anecdota comentar que aunque la CBR600F superaba ampliamente en prestaciones a la VF500, la calidad de acabados de la VF500 era infinitamente superior a la de la CBR600F. Cabe decir que hoy en día la Honda VF500F2 ha sabido envejecer mejor que la CBR y es una moto clásica mucho más valorada y buscada que la Honda CBR 600F1, también es cierto que no solo por ser una moto más exclusiva, sino también por haber menos unidades en el mercado.
La versión media de la familia VF, conocida como Interceptor en EEUU se distribuyó en versión de carenado completo y con la parte central desnuda, pero con el resto de sus características comunes.Tan sólo se mantuvo tres años en el mercado, y es por ello una pieza buscada y cotizada dada las pocas unidades fabricadas y existentes.
A continuación puedes leer la prueba publicada por Augusto Moreno de Carlos en la revista Motociclismo nº 905 de 1985 y el enlace que detallo a continuación de la prueba de motos.net publicado por Eduard Fernandez
https://motos.coches.net/noticias/honda-vf_500_f2-clasica-prueba
A principios de los años 80, cuando los moteros de 16 años con el carné A1 se tenían que conformar con las conocidas Montesas Crono 75, Bultaco Streaker 74 y Derbi Sport Copa entre otras, en el año 1983 Honda revoluciona el sector de los poseedores del carné A1 con la llegada de la nueva Hurricane 80 (denominación comercial pero con motor 75cc). La Hurricane venía de Japón pero se montaba en España, y a diferencia de las motos españolas tenía un motor refrigerado por agua con láminas de admisión y cinco transfers entregando una potencia de 12cv. Destacaba su engrase separado, algo revolucionario en una moto de tan poca cilindrada.
Disponía de una instrumentación digna de las motos de mayor cilindrada, unas llantas de aluminio "comstar" y suspensiones Showa con monoamortiguador trasero "Pro-Link". Este modelo fue presentado por Freddie Spencer campeón del mundo en 500cc y causó una gran revolución. A pesar de su elevado precio de casi doscientas cincuenta mil pesetas (1500 euros de aquel entonces), se vendían como rosquillas y había lista de espera. La Hurricane no tenía competidoras, hasta que en el año 86 apareció la Yamaha RD 80, algo más voluminosa y pesada pero inspirada en su hermana mayor la RD 125. La Hurricane a los pocos años de aparecer en el mercado español, cambió su nombre por MBX 75 con la misma base pero con decoración diferente, y perdía el encanto de sus llantas "comstar", incorporando unas más simples de Grimeca. La MBX 75 era la más rápida de su sector, y los jovenes de 16 años la potenciaban con escapes, entre ellos el más conocido Tavi que ganaba algún caballo más y hacía el motor más rabioso con unas estiradas ejemplares para una moto de su categoría. Las pequeñas Honda llegaron a correr en España el Criterium con muy buenos resultados. Hoy en día es una pequeña gran "moto clásica" y cotizada.
A continuación podrás leer en los "PDF" adjuntos las pruebas de las revistas Motociclismo num. 819 de 1983 y Solo Moto 30 num. 9 de 1983. Confío los disfrutes.
Actualmente una de las motos más icónicas de Honda y con mayor revalorización en el mercado como moto clásica es la RC30. A finales de la década de los 80, cuando la competencia empieza a destacar, Honda sale y deslumbra en el mercado en 1988 la moto más revolucionaria y deportiva de su historia. La nueva VFR 750R o conocida inicialmente en EE.UU como RC-30 se convirtío en la auténtica reina de las deportivas de finales de los años 80. Se trataba de una réplica casi exacta de las RVF750 de carreras. El chasis de aluminio y subchasis también de aluminio desmontable, al igual que las fibras eran prácticamente iguales a las motos de competición y el motor con distribución por cascada de engranajes y sus bielas de titanio eran una verdadera joya de ingenieria.
Cuando se introdujo el nuevo Campeonato del Mundo de Superbikes en 1988, Honda tuvo un problema, ya que su exitosa RVF750 de carreras de resistencia (no la RC45) no podía competir. Así que se propusieron crear una nueva moto de carreras de gama alta, homologada para la calle y de edición limitada, produciendo el número mínimo de unidades necesarias para cumplir las normas de homologación. Sabiendo que sólo tendría que producir un lote relativamente pequeño de máquinas, Soichiro Honda quería utilizar el nuevo modelo para demostrar de lo que era capaz su departamento de competición. El resultado fue una leyenda de la competición que no escatimó en gastos y que rebosaba de características anteriormente reservadas a las máquinas de pista. La RC-30 ganó la gran mayoría de las carreras de motos derivadas de serie en el mundo y fue la ganadora de las dos primeras ediciones del nuevo campeonato del mundo de Superbikes. Disponía de un kit de carreras que elevaban considerablemente sus escasos 118cv que daba de origen. Existía el kit base que eleva la potencia a 122CV y el Kit TT F-1 con el que se alcanzan más de 133 CV a 12.500 rpm (según Honda 140CV). No obstante este ultimo kit era exclusivamente profesional y costaba la friolera cifra de casi 2.000.000 de pesetas (120.000 euros de la época), nada que ver con el coste de 250.000 pesetas del kit base. El precio de la moto standard salida del concesionario, era de 2.100.000 pesetas en España en el año 1988.
El corazón de la RC30 dispone de un motor V4 de 748 cc y 90 grados, refrigerado por líquido, con cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas accionadas por engranajes, bielas de titanio, pistones forjados de dos segmentos en lugar de los 3 de la "F", una relación de compresión de 11,0:1 y un orden de encendido "big bang". Asociado a una transmisión de seis velocidades, el sofisticado V4 desarrollaba 118 CV a 11.000 rpm sin el kit de carreras mencionado anteriormente. La VFR750R tenía el mejor peso en vacío de su clase de solo 180 kgs. Su desarrollo con un escalonamiento super cerrado disponía de a una relación de transmisión increíblemente alta, alcanzando los 130 km/h en primera marcha.
La RC30 confía sus suspensiones al fabricante japonés Showa, totalmente ajustables en ambos ejes: horquilla telescópica de 43 mm delante y monoamortiguador de aluminio Pro-link detrás. La frenada corría a cargo de un par de discos flotantes de 310 mm mordidos por pinzas Nissin de cuatro pistones delante y un disco trasero de 220 mm mordida por una pinza de doble pistón. Los deslizadores de la horquilla de la moto también permitían que las pinzas delanteras permanecieran en su sitio durante los cambios de rueda, una característica que, al igual que el basculante monobrazo PRO ARM, nació de la competición para realizar paradas en boxes ultrarrápidas.
A continuación puedes leer la prueba de Augusto Moreno de Carlos que publicó la revista Motociclismo nº 1056 de 1988.
La Honda Africa Twin 650 nació a finales de los 80, concretamente en 1988 con la intención de arrasar en el mercado trail inspirado en las motos del Dakar que corrían por los años 80, basicamente la BMW GS80. Fue un modelo muy popular para sus clientes que la utilizaron tanto para sus largos viajes por carretera, como para correr algún raid. Era una autentica "Adventure Sports". Su denominación comercial era la XRV650 Africa Twin.
Su motor procedía del Honda Transalp 600 pero con algunas modificaciones y aumento de cilindrada. Tenía fama de robusto y funcionamiento suave, aunque algunos clientes le achacaban falta de carácter y prestaciones. No obstante su diseño, polivalencia, peso contenido de 185 kgs en vacio y sus posibilidades de viajar gracias a su tamaño, carenado y depósito con capacidad para 25 litros, hizo que estuviera en el punto de mira de muchos usuarios. Tal fue el éxito que tuvo en el mercado, debido fundamentalmente a su diseño, robustez y fiabilidad mecánica, que después de 27 años desde su lanzamiento (entre estos años hubieron “restylings” y aumento de cilindrada a 750cc), existe un mercado de segunda mano mucho más activo que el de cualquier otro modelo de la marca (quizás exceptunado CBR 600 y VFR750F). Sus ventas se concentraron fundamentalmente en Europa: España, Francia, Italia y Alemania. Debido al exito de este modelo, Yamaha contra atacó lanzando al año siguiente la Super Teneré 750. Hoy en día ya se puede considerar moto clásica y algunos la definirían como moto de culto, muy valorada por los puristas que sobre todo buscan esta primera edición.
A continuación puedes descargar y leer la prueba de la revista Motociclismo número 1032 de 1987, titualada la "Reina de Africa"
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VF 1000 F
En 1983 tras lanzar su primera V4 con el modelo VF750F con la que se aprovechaba toda la difusión del proyecto NR500 del Campeonato del Mundo de Velocidad, Honda continuó desarrollando esa plataforma con motores de más cilindrada y potencia. En 1984 nacía la VF1000F que a diferencia de la VF1000R que llevaba distribución por engranajes y era más deportiva, esta iba por cadenas con una potencia ligeramente inferior. A pesar de que la versión 750cc fue un impacto en el mercado por su diseño revolucionario y tecnología, no tuvo el éxito esperado, especialmente en Europa por causa de algunos problemas mecánicos, sobre todo de culata. No obstante, Honda continuó con su plan y amplió un año después la gama con nuevos modelos de 500cc y de 1000cc denominados en EE.UU Interceptor.
En realidad la VF1000F no era una moto completamente nueva, sino un modelo basado en la 750 aprovechando prácticamente su diseño y muchos componentes mecánicos. El motor era el mismo pero con diversas modificaciones, aunque la carrera de los pistones era la misma, el diámetro aumentaba en 5mm y se cambiaban las bielas. Las válvulas eran más grandes y los árboles de levas tenían más alzada. Las cadenas de distribución (2 por ser un motor en “V”) de placas se cambiaron por unas de rodillos y el embrague con sistema antibloqueo se reforzó. La potencia en Europa era de 116cv. Seguía manteniendo la llanta trasera de 18” y la delantera de 16”. La VF1000F tampoco tuvo mucho éxito comercial ya que tuvo que luchar con la mala fama de su hermana más deportiva la VF1000R. Un año más tarde de su lanzamiento Honda decide sacar al mercado una versión más touring con la VF1000F2 con carenado integral y llanta delantera de 18” al igual que detrás.
La VF1000F se podría considerar como una Sport Turismo que competiría con las BMW K100RS, Yamaha FJ 1100 y Kawasaki Gpz 900R, estas últimas con menos peso y con mejores pretensiones deportivas.
A continuación puedes leer el reportaje publicado en la revista Motociclismo nº 838 de 1984.